domingo, 9 de marzo de 2008

LA ÉTICA PROTESTANTE Y EL ESPÍRITU DEL CAPITALISMO



MAX WEBER
Comentarios de Cecilio Santiago A.


Introducción.
Weber expone un documento de Benjamin Frannklin que resume las características del "espíritu":

El tiempo es dinero (no solo se pierde esa suma, sino lo que esta hubiera
producido).
El crédito es dinero.
El dinero es fértil y
reproductivo.
El buen pagador es dueño de la bolsa de cualquiera.
Inculcar en la vida
de un joven puntualidad y justicia en los negocios.
Ser cuidadoso y honrado
(pagar las deudas...).
Llevar cuentas de
gastos e ingresos, no considerar
como tuyo todo cuanto posees.
Inculcar
el ahorro, ya que los pequeños gastos
llevan a grandes ingresos. Llevar
prudencia.

El documento resume los principios de esa ética o ethos del capitalismo moderno (Occidental), que viene a decir que la moralidad es útil porque proporciona crédito y éstas con virtudes que benefician solo al individuo (consecuencia ligada al utilitarismo: utilidad de la virtud). Esto es un fin vital, el expresar la virtud en el trabajo.
Comenta el autor algunos rasgos del espíritu. Defiende que la mentalidad profesional es fruto de un proceso educativo, ni se nace con ella ni se induce con salarios. El hombre no existe para el negocio, sino que el negoció existe para el hombre. El "espíritu" rechaza la ostentación y el reconocimiento social, de la importancia a lo cualitativo y no lo cuantitativo.
Después de describir brevemente las características básicas del ethos capitalista, vamos a exponer la visión de Weber respecto a la influencia que sobre él ha tenido el protestantismo.
La palabra "profesión" se utiliza por primera vez en la traducción Luterana de la Biblia (en sentido literal), y en sentido ideal constituye un dogma común a todas las confesiones protestantes. Sienten como un deber la tarea del trabajo y el cumplimiento de los propios deberes es la mejor forma de agradar a Dios (Esta afirmación constituye la principal aportación de la reforma).
Weber critica de Lutero el hecho de que predique la obediencia a la autoridad, que hace que cada cual se "conforme" con lo que le ha tocado en la vida. Opina el autor que no hay afinidades muy claras entre Lutero y el capitalismo, por ello desvía la investigación hacia el Calvinismo y otras opiniones puritanas, con el objetivo de buscar ese nuevo sentido que se da en la ética capitalista, la obra social para Dios, para salvar el alma. Es una ética profesional que está al servicio de la vida terrenal de la colectividad. Son tareas impuestas de manera objetiva e impersonal por ley natural, y no son elegidas por Dios, son "instrumentos de él y no "recipientes". Al estado de gracia se llega con la fe en uno mismo, con seguridad.
Esta necesidad del trabajo se inculca para ahuyentar toda duda religiosa, racionalizando así la vida moral, sistematizándola. Dentro de esta ideología entre la preocupación por el porvenir y no por el goce (ascetismo protestante). Esto le acerca bastante al frío espíritu jurídico y activo del empresario burgués capitalista.
El hecho de pasar al estado de gracia (Status Gratiae) a través de la reflexión, le daba a la ideología reformada el carácter ascético y este tenía un poder liberador ya que era una ascesis terrenal, y no sobrenatural (como la ascesis puritana defendía).


2. Relación entre las ascesis y el espíritu capitalista.
En la última parte de su obra, Weber refleja la conexión que hay entre el ascetismo protestante y la economía.
Para esta ideología la riqueza era un grave peligro. Aspirar a ella es absurdo (comparado con la inmensidad de Dios) y éticamente reprobable.
El ascetismo protestante se ve aumentado por la influencia de otros dogmas como el movimiento bautizante o los cuáqueros. Surge un nuevo protestantismo ascético más riguroso que el calvinismo (aunque se basa en él).
La nueva ascesis va contra todo ánimo de lucro, riquezas... Es moralmente reprobable descansar en la riqueza y gozar de los bienes. Prohibía tomarse el trabajo como algo ocioso por que era el fin absoluto de la vida prescrito por Dios. Las consecuencias principales de esta nueva ascesis son:
Se van especializando los trabajos, se coge mayor destreza, por lo que aumenta tanto cualitativa como cuantitativamente el provecho del bien general. La profesión no fija llevaba al ocio en el trabajo, al desorden en la vida. El Trabajador que era profesional tenía un orden en su trabajo, era un ejercicio virtuoso y una comprobación del estado de gracia a través de la honradez, cuidado y método.
No hay que conformarse, como decía Lutero, con lo que "disponga Dios" (con la que nos toque). Si no que hay que cambiar de trabajo si va a resultar más grato (útil) según criterios éticos, de bienes para la colectividad y de provecho para el individuo. Esto es, no era una lucha contra el lucro racional, sino contra el uso irracional de las riquezas. De este modo, di Dios un lucro en le camino lo hace por un fin y hay que aprovecharlo. La riqueza es ilícita solo cuando supone un goce y una despreocupación.
Respecto a la producción de bienes, el ascetismo lucha contra la sed de bienes, deslealtad y consumo. No gastar inútilmente, si no que se debe invertir en fines productivos. Es así como se forma una capital como consecuencia de la acción ascética del ahorro.
El empresario burgués ascético podría girarse por intereses de lucro si su estado de gracia era bendecido por Dios. Siempre se mueve dentro de los límites de la corrección normal con una conducta ética intachable, por lo que nunca hacía uso inconveniente de las riquezas.
Éste empresario ponía a su disposición a trabajadores sobrios, de gran resistencia y lealtad profesional.
Si existe una repartición desigual de bienes, es obra de la providencia divina.
Respecto a la "productividad" de los salarios bajos, opinaban que la pobreza movía a la gente a trabajar (como ya dijo Calvino).
De todas estas actitudes de vida se concluye que se va recaudo la raíz religiosa y aumentando el sentido utilitarista.
Weber, después de este análisis, considera esta ideología ascética como la máxima palanca de la expansión de la concepción de la vida que él llama "Espíritu del Capitalismo".
Más tarde, según el autor, estas ideales fracasan al no resistir la tentación de la riqueza. Lo que en un primario fue la racionalización de la conducta sobre la base de la idea profesional, hoy se ha convertido en un capitalismo que descansa en fundamentos mecánicos, y ha tomado en sentido de lucha y competitividad.

Critica.
Max Weber se sitúa como un intelectual de gran importancia en el s. XX gracias a su contribución ideológica en contraposición al materialismo Marxista. Sus estudios acerca de la economía y la religión son aun de gran relevancia, destacando "Economía y sociedad", y sus estudios sobre las religiones mundiales, especialmente "La ética protestante y el espíritu del capitalismo". Así, sus teorías se enfrentaron a aquellas que proponían a los medios de producción como los únicos capaces de condicionar la conducta humana, evitando un determinismo que el materialismo, en cierta medida, acepta implícito en el sistema social.
Aun así, debemos realizar ciertas críticas a la metodología de Weber, como es el hecho de ser un sociólogo sin experiencia de campo, es decir, todos sus conocimientos son elaborados sin haber estado en los lugares de los que habla, a través de un gran conocimiento enciclopédico del tema, trabajado a partir de una extensísima bibliografía y con la ayuda de métodos estadísticos, que puede ser la razón de que ciertas apreciaciones de otras religiones no cristianas no se acerquen al grado de precisión que tiene en estas debido a su mayor conocimiento. También debemos recordar, que el mismo opina que trata aspectos superficiales, en algunos casos, de lo estudiado, lo cual nos lleva a dudar de sus conclusiones, muchas veces obtenidas a través de inferencias.
Pero, finalmente, no podemos olvidar el gran valor que concede Weber a la acción humana como capaz de modificar las estructuras sociales, y en concreto a la ideología, en todas sus vertientes, y especialmente en la religiosa, como motor e impulsor de la sociedad, que se refleja constantemente en la acción humana.





Bibliografía.
1. Nueva enciclopedia LAROUSSE (Planeta) Tomo 10.
2. Enciclopedia Hispánica/Macropedia (Enciclopedia Británica publishers, inc. Volum. 14).
3. Freund, J. "Sociología en Max Weber". Península, Barcelona, 1986.
4. Giddens, A. "Política y economía en Max Weber". Alianza, Madrid, 1976.
5. Weber, M. "Ensayos sobre sociología de la religión. 3 vols. Taurus, Madrid, 1987.
6. Weber, M. "Economía y sociedad". Fondo de cultura económica. México, 1977.
7. Weber, M. "La ética protestante y el espíritu del capitalismo". Península, Barcelona, 1994.

No hay comentarios: